Inteligencia emocional

¿Cuidando nuestra alimentación cuidamos nuestra mente? 😱

¿Existen alimentos o nutrientes que pueden mejorar nuestro ánimo o prevenir enfermedades psiquiátricas? En los últimos años se ha confirmado la relación entre una buena alimentación y la salud mental.

Aunque sería maravilloso que un solo alimento funcione como una píldora mágica, ninguno por si solo ser de beneficio. La clave está en que nuestro estilo de vida sea saludable y completo. Brindando espacio suficiente para esos alimentos que a veces podemos dejar de lado, como las frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, pescados y semillas.

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¿Sabían que el hecho de contar con una alimentación variada y rica en vitaminas e insumos naturales puede repercutir directamente en la prevención de enfermedades psiquiátricas?

El caso de España, por ejemplo, quienes en el año 2019 lograron ser catalogados como el país más sano del mundo, debido a su dieta mediterránea y la práctica de deportes al aire libre.

Aquí les explicamos un poco sobre cómo la mala alimentación podría afectar nuestra salud mental:

En primer lugar, mediante la inflamación y el alto nivel de estrés oxidativo. Una dieta pobre en antioxidantes y ácidos grasos esenciales omega-3, suele ser una dieta proinflamatoria incapaz de combatir los radicales libres que dañan células y tejidos, disparando la respuesta inmunológica. Cuando esto se repite constantemente y sobre todo se encuentra acompañado de efectos ambientales adversos, como por ejemplo el maltrato psicológico, se presenta una inflamación leve crónica, algo muy frecuente en pacientes con condiciones psiquiátricas.

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Por otro lado, la alimentación, así como también otros factores modificables del estilo de vida, pueden influenciar en la salud mental mediante cambios epigenéticos los cuales pueden expresar o no, ciertos genes almacenados en el ADN. A pesar de que no se sabe con precisión que nutrientes podrían silenciar la aparición de trastornos psiquiátricos, es recomendable que se promueva llevar una alimentación saludable durante todo el ciclo de la vida, sobre todo en aquellas personas con un historial familiar importante de condiciones psiquiátricas.

Como si fuera poco, el ejercicio y la dieta juegan un papel importante en la modulación de los biomarcadores de plasticidad cerebral como el factor neurotrófico derivado del cerebro, una proteína que se encuentra en el sistema nervioso central y periférico muy relacionada a la salud neuronal y la capacidad cognitiva. Las personas que padecen de depresión suelen tener bajos niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro, por lo que se recomienda promover una alimentación balanceada y saludable, para contribuir a lograr un balance.

Finalmente, la innegable conexión intestino-cerebro esta íntimamente relacionada con la salud mental, al participar en la formación de neurotransmisores. Una alimentación variada rica en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, frutos secos, menestras, cereales y semillas está asociada a una mejor salud intestinal y óptimos marcadores de bacterias intestinales.

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En conclusión, existe una relación bidireccional entre la salud mental y la nutrición mediante complejos y sensibles mecanismos. Nuestra alimentación puede hacer la diferencia, aunque cabe recalcar que jamás será un tratamiento por si solo. Los motivamos a incluir más alimentos de origen vegetal y a reducir su ingesta de: grasas saturadas y azúcares libres.

Porque #AmarseEsCuidarse para conocer la manera más adecuada de alimentarse, pensada y planificada en base a su estilo de vida o quisieran lograr cambios en beneficio propio de sus familias, no duden en asistir donde un/a nutricionist@ certificad@.

Msc. Macarena Salinas (CNP 7895)

 

Fuentes:

Yuan, N., Chen, Y., Xia, Y. et al. Inflammation-related biomarkers in major psychiatric disorders: a cross-disorder assessment of reproducibility and specificity in 43 meta-analyses. Transl Psychiatry 9, 233 (2019). https://doi.org/10.1038/s41398-019-0570-y

Osimo, E. F., Cardinal, R. N., Jones, P. B., & Khandaker, G. M. (2018). Prevalence and correlates of low-grade systemic inflammation in adult psychiatric inpatients: An electronic health record-based study. Psychoneuroendocrinology, 91, 226–234. https://doi.org/10.1016/j.psyneuen.2018.02.031

Stevens AJ, Rucklidge JJ, Kennedy MA. Epigenetics, nutrition and mental health. Is there a relationship? Nutr Neurosci. 2018 Nov;21(9):602-613. doi: 10.1080/1028415X.2017.1331524. Epub 2017 May 29. PMID: 28553986.

Elske Gravesteijn, Ronald P. Mensink & Jogchum Plat (2021) Effects of nutritional interventions on BDNF concentrations in humans: a systematic review, Nutritional Neuroscience, DOI: 10.1080/1028415X.2020.1865758

Rogers, G., Keating, D., Young, R. et al. From gut dysbiosis to altered brain function and mental illness: mechanisms and pathways. Mol Psychiatry 21, 738–748 (2016). https://doi.org/10.1038/mp.2016.50

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