Redactado por: Diana Luna
Ing. Industrial especialista en Imagen y Marca Personal

En resumen, aunque los porcentajes varían según el estudio y la población específica, es claro que el estrés es un problema común entre los estudiantes universitarios en el Perú, con factores como la carga académica, los problemas financieros y el género influyendo en los niveles de estrés.
Por lo antes expuesto, es importante que las universidades implementen programas de cuidado integral de la salud mental y emocional de los estudiantes. Muchas veces existen áreas de bienestar del estudiante, pero estas no se dan abasto con la cantidad de personas que atienden.
Dejemos claro que los beneficios de implementar programas de cuidado de la salud mental y emocional de los estudiantes universitarios permitirá lo siguiente:
- Mejor desempeño académico: Mantener una buena salud mental y emocional ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar la concentración, la memoria y el rendimiento en general.
- Bienestar General: Promover el autocuidado emocional fomenta una sensación de bienestar en los estudiantes.

- Mejora del Clima Institucional: Instituciones que priorizan el bienestar emocional de sus estudiantes suelen crear entornos más positivos y colaborativos, lo que contribuye a una experiencia universitaria más enriquecedora y satisfactoria para todos.
- Relaciones Interpersonales saludables: El manejo adecuado de las emociones favorece la comunicación efectiva, la empatía y el establecimiento de relaciones positivas con compañeros, profesores y personas en el entorno universitario.
- Prevención de Problemas de Salud Mental: Promover la conciencia sobre la importancia del cuidado emocional puede ayudar a identificar tempranamente señales de estrés crónico, ansiedad o depresión, permitiendo intervenciones y tratamientos oportunos.

- Resiliencia ante adversidades: Desarrollar habilidades para afrontar el estrés y resolver problemas de manera saludable fortalece la resiliencia de los estudiantes, ayudándolos a enfrentar los desafíos universitarios y de la vida en general.
Esto implica un acompañamiento continuo a los estudiantes, profesores y personal en general; cada uno debe estar atento a las señales de alarma y, sobre todo, estar preparado para ayudar de alguna forma a los estudiantes.
Es importante que la universidad fomente el potencial académico sin dejar de lado la inteligencia emocional, que será el diferencial más importante para su vida profesional y personal.