Autora: Dra. Emperatriz Torres Tasso
El objetivo de este artículo es hacer una revisión de los conceptos de ansiedad y los trastornos de ansiedad identificar aspectos que hacen posible la diferenciación de estos conceptos. Para alcanzar este objetivo, desarrollaremos los temas:
- Qué es la ansiedad y cómo reconocer los trastornos de ansiedad.
- Cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad.
- Los ataques de ansiedad, sus síntomas.
- Estrategias para superar los ataques de ansiedad y favorecer el bienestar emocional y por lo tanto la salud mental de los trabajadores de la empresa.
¿Qué es la ansiedad? y ¿cómo reconocer los trastornos de ansiedad?
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, intensa excitación y una extrema inseguridad. Es un mecanismo defensivo que nos mantiene alerta ante situaciones consideradas amenazantes.
Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida en eventos estresantes comunes como mudarse, cambiar de trabajo o tener problemas financieros.
Trastorno de ansiedad
Los trastornos de ansiedad son episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa, preocupaciones y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico). Estos miedos intensos son excesivos y persistentes en la vida diaria.
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.
Los trastornos de ansiedad pueden llegar a ser debilitantes, pero es posible controlarlos con la ayuda adecuada de un profesional médico y psicológico. Es importante reconocer los síntomas.
Causas de los Trastornos de Ansiedad
Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:
- Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
- Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
- Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
- Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
- Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
- Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
- Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.
Complicaciones
El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede ocasionar o empeorar otros trastornos mentales y físicos como los siguientes:
- Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de ansiedad) u otros trastornos de salud mental.
- Abuso de sustancias.
- Problemas para dormir (insomnio).
- Problemas digestivos o intestinales.
- Dolor de cabeza y dolor crónico.
- Aislamiento social.
- Problemas en la escuela, en la universidad, en la familia o en el trabajo.
- Mala calidad de vida.
Síntomas de los trastornos de ansiedad
- Preocupación excesiva:
La preocupación asociada a trastornos de ansiedad es desproporcionada con respecto a los eventos que desencadenan y ocurre como respuesta a situaciones normales o cotidianas. Está presente la mayoría de los días, o por lo menos seis meses y es difícil de controlar, afecta la habilidad de concentrarse y realizar las tareas diarias
- Sentimientos de agitación:
Cuando la persona está ansiosa su sistema nervioso parasimpático se potencia y esto desencadena una serie de efectos en todo el cuerpo, como pulso acelerado, palmas sudorosas, manos temblorosas y boca seca. Algunas investigaciones sugieren que las personas con trastornos de ansiedad no pueden reducir su agitación tan rápido como el resto de la gente, por lo cual perciben la ansiedad por más tiempo.
- Intranquilidad:
La intranquilidad es otro síntoma común de ansiedad, especialmente en niños y adolescentes. (SE SIENTEN NERVIOSOS Y CON NECESIDAD DE MOVERSE)
La intranquilidad es un síntoma si ocurre con frecuencia.
- Fatiga:
La fatiga puede ser señal de un trastorno de ansiedad si va acompañada de preocupación excesiva. La fatiga también puede ser señal de depresión u otras afecciones médicas.
- Dificultad para concentrarse:
Un estudio sobre ansiedad y dificultad para concentrarse encontró que casi el 90% de los adultos con trastorno de ansiedad tenían dificultad para concentrarse. La ansiedad interrumpe la memoria funcional, que es la responsable de retener la información a corto plazo.
- Irritabilidad:
La mayoría de las personas con trastornos de ansiedad generalizada informa sentirse muy irritable, especialmente cuando su ansiedad está en su etapa más crítica.
- Músculos tensos:
La tensión muscular está fuertemente vinculada a la ansiedad. El tratamiento de la tensión muscular con terapia de relajación muscular y terapia cognitivo conductual han demostrado reducir la preocupación en personas con trastornos de ansiedad.
- Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido:
Los problemas de sueño son muy comunes en personas con ansiedad. El tener insomnio en la infancia se relaciona con el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad a los 26 años.
Cuando se trata el trastorno de ansiedad el insomnio mejora.
- Ataques de pánico:
Los ataques de pánico producen sentimientos de miedo extremadamente intensos acompañados por ritmo cardiaco rápido, sudoración, temblores, falta de aliento, presión en el pecho, náuseas o miedo a morir o perder el control.
- Evitar situaciones sociales:
Existen trastornos de ansiedad social cuando las personas tienen temor por las situaciones sociales que se aproximan, se preocupan que otros los juzguen, sienten temor de ser avergonzados o humillados delante de otros y por ello evitan ciertos eventos sociales, debido a estos temores. La ansiedad social tiende a desarrollarse en edad temprana de la vida (11 años).
Las personas con ansiedad social, parecen tímidas, calladas, sienten miedo y ansiedad extremos.
- Temores irracionales:
Los temores exagerados sobre cosas específicas, como las arañas, los espacios cerrados o las alturas, podrían ser una señal de fobia.
Estrategias para superar los trastornos de ansiedad
- Para combatir la ansiedad es imprescindible aprender a identificar bien esta emoción, por qué se produce, cuándo, de qué forma se manifiesta en nosotros. Es necesario entenderla, aceptarla y manejarla adecuadamente, es decir, hacer una buena gestión emocional.
- Practiquemos la reestructuración cognitiva, que significa ser realistas. Entre los sucesos y las emociones existe algo llamado pensamiento deformado. Dicho en otras palabras, no son las situaciones las que hacen que tengamos ansiedad sino las interpretaciones o lo que pensamos de ellas o de las consecuencias para nosotros o nosotras.
- Identificar pensamientos erróneos: Consiste en detectar los pensamientos que en una determinada situación me hacen sentir mal. Es decir, pensar acerca de nuestras propias interpretaciones sobre lo que sucede. “Una misma situación para una persona puede ser una tragedia y para otra un aliciente”.
- Analizar pensamientos erróneos: Una vez que se identifican los pensamientos, se deben analizar, comprobar la veracidad de ese pensamiento, buscar la forma de demostrar que es verdadero o falso. Para ello partimos de una premisa importante, no pensar algo, convierte a ese pensamiento en necesariamente cierto, y para demostrarlo, hay que buscar las evidencias a favor y en contra de dicho pensamiento.
- Modificar los pensamientos erróneos: Consiste en flexibilizar o cambiar los pensamientos que se ha comprobado que no son ciertos o no totalmente ciertos, por otros más apropiados, razonados y realistas.
- Aprendamos a darnos auto instrucciones positivas. El «no puedo» por «voy a intentarlo»,»voy a tener éxito» «me va a ir bien».
- Regulemos la ansiedad, practicando, ejercicios de respiración diafragmática que estimulan la secreción de un neurotransmisor, la acetilcolina, que es un tranquilizante natural.
- Igualmente practiquemos ejercicios de relajación muscular, meditación, yoga, practicar ejercicios físicos de manera regular nos ayuda a adquirir un estado de calma, donde se reduce la tensión física, el pulso o latemperatura de con ella para aportarnos salud física y emocional.
- Es importante aprender a afrontar las emociones y combatir la ansiedad exponiéndose en forma graduada a los estímulos que le producen ansiedad. No reacciones cuando tienes ansiedad y acostúmbrate a sentirla sin temerla. Es importante aceptar la emoción que nos da ansiedad y no huir para no sentirla y luego dejarla ir.
- Recordemos, que la ansiedad y sus síntomas pueden ser controlados, que podemos hacer lo que sea en nuestra vida acompañados de la ansiedad.
- En la mejora y el mantenimiento de nuestra salud emocional, tenemos que poner nuestros pensamientos correctos, nuestro cuerpo relajado y las acciones necesarias durante el tiempo necesario para conseguirlo.
- Se ha comprobado que las estrategias que implica cambiar nuestra emoción negativa mediante actividades placenteras y entretenidas, seguidas por aquellas que implican a búsqueda de apoyo social son las que psicológicamente producen mayor bienestar a las personas y mantiene intacto su estado de ánimo.
Consejos finales para manejar la ansiedad:
- Respire correctamente.
- Confeccione una lista de pensamientos y emociones y otra de razonamientos.
- Cuente hasta diez.
- Sonría y ría más.
- Controle su dialogo interior.
- Visualízate haciendo las cosas bien.
- Incluya en su agenda momentos para cargar las pilas.
- Tenga una adecuada higiene de sueño.
- Concentre la atención en sus posibilidades, no en las limitaciones.
- Sea coherente.
- Resuelva sus problemas no procastine.
- Hable con alguien que no está emocionalmente involucrado.
- Acepte que puede cambiar.
- Perfecciona las cinco fuentes primordiales de energía: la alimentación, respiración, descanso, sueño y actitudes mentales positivas.
“’Quienes se preocupan por los demás y tienen intereses que exceden el propio yo, tienen menos experiencias que producen tensión, menor ansiedad y hostilidad; estas personas tratan de modo más activo enfrentarse a sus problemas”.
Dr. Crandall.